El peludo bien educado y entrenado demostró tener gran capacidad para echarle una patita a su compañera humana aprendiendo del valor del trabajo duro, por lo que posiblemente sea recompensado en casa con un buen premio.
Las mascotas han demostrado ser capaces de entregar un gran amor de manera incondicional hacia sus dueños, siendo para ellos un gran apoyo en muchos sentidos, por ejemplo en la parte emocional, donde con su sola presencia es capaz de salvar vidas.
Pero por otro lado, también se han visto casos donde estos lomitos colaboran incluso en tareas un poco más complicadas, siempre y cuando se les eduque y enseñe de manera correcta. Se sabe incluso de perritos que cuentan con trabajos importantes como en una estación de policías, aeropuertos o incluso más recientemente, ayudando a rescatar víctimas de los escombros en Turquía.
Asimismo, un ejemplo a una escala un poco más pequeña se hizo viral en redes sociales, en el que un fiel compañero canino colabora arrastrando leña pesada, ayudando a su dueña mientras trabaja. Este lindo acto se ganó el corazón de miles de usuarios que lo aplaudieron tanto a él como a su humana.
El video fue subido a TikTok, donde actualmente tiene alrededor de 10 millones de visualizaciones. En este se puede ver cómo un hombre al que la situación le llamó mucho la atención, le pide permiso a la trabajadora para grabarlos.
“¿Ya está acostumbrado a trabajar?”, pregunta, siendo positiva su respuesta, le pide que continúe para ver una demostración en la que se observa como el obediente animal camina o se detiene cuando su dueña lo indica, arrastrando un tronco grande que tiene amarrado a un arnés en su lomo a través de la calle de tierra.
En la publicación, la cual ha ganado más de 500.000 me gusta, también se evidencia a la mujer trasladando un saco lleno de madera a cuestas, posiblemente enseñando de esta manera a su mascota el valor del trabajo duro, ya que lo más seguro es que obtendrá una buena recompensa en casa.
El clip ha recibido más de 12.000 comentarios, la mayoría enviando mucho amor a los protagonistas.
“El firulais: Yo si me gano mi comida jefecito, no soy callejero”, escribió alguien. “Te quiero mucho perrito que ayuda a tu dueña”, comentó otra persona. “Ese firulais se merece todas las croquetitas del mundo”, sumó otro. “Ese perro se ve muy bien cuidado y atento a su humana”, dijo una cuarta.