Por Valentina Miranda
7 February, 2022

Echo pasó de buscar hogar en la Sociedad Protectora de Animales de EE.UU a formar parte del equipo policial con un trabajo importante. Ahora entrega y recibe amor por montón.

Los perritos alegran el corazón de muchas personas, tanto en el ámbito personal como el profesional, donde hay que ser más serios.

Tener un can en el trabajo puede considerarse una potencial distracción de las tareas, pero la verdad es que resulta ser una ayuda importante en los momentos de estrés. El Departamento de Policía de Eustis, ubicado en el condado de Lake (Estados Unidos) sumó a Echo a su equipo, un una mezcla de pastor australiano que llegó para alivianar todos esos momentos tensos y ganarse el corazón de los oficiales como perrito de terapia interno.

Cindy Peterson

La idea surgió gracias a la coordinadora de apoyo policial, Pam Gordon, y la supervisora de comunicaciones, Janel Fair, luego de que supieran que otras estaciones de policía contaban con un amigo peludo para mejorar el ánimo en el trabajo.

Se pusieron en contacto con la Sociedad Protectora de Animales para encontrar al futuro colega, y así fue que llegaron a Echo, un perrito que había sido rescatado y acogido en la organización, de acuerdo a Angie Kline, directora de la Sociedad. “Es increíble cuando puedes sacar a un perro de una mala situación y ponerlo en un programa para que sea beneficioso para los demás. Ves una transformación total en estos animales”, dijo Kline a Daily Commercial.

Cindy Peterson

Con su pelaje blanco con café, orejas plegadas y gran sonrisa, Echo se ha ganado el cariño del departamento porque, hasta el momento, ha hecho un excelente trabajo cumpliendo con sus tareas, según el jefe de policía, Craig Capri.

“Todos aquí lo aman. Los perros de terapia ayudan a calmar las cosas y calmar los nervios, y el trabajo policial puede ser muy estresante. Cualquier cosa que podamos hacer por el bienestar de nuestros oficiales es algo que me interesa”, dijo Capri al mismo medio.

Cindy Peterson

“Realmente funciona. Uno se calma instantáneamente al pasar unos minutos jugando con él. Además, ¿a quién no le gustan los perros?”, comentó Capri a Daily Commercial.

Antes de unirse al Departamento de Policía, Echo buscaba hogar por medio de la adopción, pero desde que fue recibido por los oficiales tuvo la oportunidad de vivir en una numerosa familia y hacer feliz a más personas. Fue entrenado en clases de obediencia básicas e intermedias del Centro de Avance de Greyhound en el Condado de Hardee.

En un momento en el que la salud mental está más afectada que nunca a nivel mundial, un perrito como Echo no viene nada mal.

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