Desde que había perdido la vista la personalidad de Bob se apagó de a poco, lo que se podía notar en su silencio y miedo, sobre todo porque ya no podía recibir a su dueño como antes. Pero gracias a una cirugía de cataratas recuperó la visión, y volvió a ser alegre como antes.
Las mascotas son la mayor alegría en nuestras vidas, sea un gato, un loro, un cuy o un perrito, siempre nos ayudan a ver la vida desde un lado más optimista.
Podemos estar estresados por los problemas personales, el trabajo o los estudios, pero ellas siempre estarán para recordarnos que aún quedan muchas cosas por disfrutar y sonreír, y por supuesto que también podemos hacer lo mismo cuando ellas lo necesitan.
Ese es el caso de Bob, un perrito al que le encanta disfrutar la vida que tiene junto a su dueño Reginaldo Santos. Compartir tiempo con él es lo mejor que puede hacer, sin embargo todo cambió cuando perdió la vista a causa de las cataratas.
La afección había sido en un inicio un caso leve, pero terminó empeorando la visión del can al punto de quedar completamente ciego. Una realidad terrible para él y su familia.
“Se volvió más silencioso, temeroso de chocar con los muebles“, dijo su veterinaria Mércia Amaro a The Dodo. “Ya no podía correr para saludar a su dueño cuando llegaba a casa, y siempre le encantaba darle la bienvenida”, agregó.
A Mércia le dolía ver este triste cambio, pero como oftalmóloga veterinaria sabía que no todo estaba perdido.
Afortunadamente la situación de Bob tenía una solución, la cual consistía en someterlo a una cirugía de cataratas para que pudiera recuperar su vista. Programó una cita con el dueño de Bob para realizar la intervención, la cual tuvo un resultado exitoso y parecía que el perrito no lo podía creer.
“Inmediatamente después de la operación, ya mostraba signos alentadores“, contó Mércia al medio. “Seguía mirándonos, como si dijera: ‘¡Puedo ver!‘“, agregó.
Y para Bob eso significaba que podía volver a ver el rostro de la persona a quien más amaba, por lo que se reunieron al día siguiente para ir a casa, pero el pequeño perrito no podía más de la emoción, un momento que quedó grabado en video.
Ya no era un can triste a causa de la ceguera, sino que volvía a ser el de antes. “Se transformó totalmente. Había tanta alegría. Fue muy conmovedor“, comentó Mércia a The Dodo.
Mira el momento a continuación.
Toda la depresión dentro de Bob se ha ido gracias a la ayuda de Mércia y el equipo médico, ahora goza nuevamente de la vida en su dulce hogar, reencontrándose con los muebles, las habitaciones, y su familia, quien siempre estuvo ahí para él.