Flacuchito fue abandonado por sus antiguos dueños pero afortunadamente su camino se cruzó con el de Andrea, quien le cambió su vida para siempre.
Numerosos perritos que están vagando por las calles esconden historias de maltratos, abandonos y abusos que a cualquiera le podría romper el corazón. Sin embargo, son pocas las personas que realmente intentan hacer algo para ayudarlos y que los rescatan de esas condiciones.
Hay que tomar en cuenta que algunos animalitos que hacen de la vía pública su hogar han tenido que sufrir las consecuencias directas de eso: una mala alimentación, mal estado de salud y enfermedades graves. Además de la desconfianza y el miedo que le tienen hacia los humanos.
Algunas personas se dedican a rescatar perritos de las calles y lo hacen en organizaciones. Pero también hay quienes que, por cosas del azar y el destino, unen sus caminos con ‘doguitos’ que han sido abandonados y les brindan un nuevo hogar.
Así fue como le pasó a Flacuchito, un can que se hizo conocido recientemente en TikTok por su cruda y valiente historia de resiliencia.
Según lo contó su misma dueña, Andrea Rojas, a través de las redes sociales, Flacuchito fue abandonado por sus antiguos dueños y pasó hambre en las calles de Argentina. Su condición de salud era tan mala y su desnutrición tan avanzada que se le notaban los huesos.
Andrea explicó que Flacuchito apenas podía mantenerse en pie porque no tenía una musculatura apropiada para su cuerpo. Además de eso, lo único que hacía era dormir producto de su aguda depresión.
Con el paso de los meses Andrea fue poniéndole cada vez más atención a Flacuchito y luego de varias visitas al veterinario, así como también una alimentación balanceada, fue mejorándose cada vez más.
Su cabello creció fuerte, así como también su musculatura. Flacuchito sabía que Andrea lo había rescatado de su situación y que no le haría daño.
Algunas fotos que subió a su TikTok muestran ese crecimiento y esa notable mejora. Ahora Flacuchito podía correr, saltar y jugar, así como también podía dormir con mucha más calma en un hogar que solo le entregaba calor, cariño y mucho amor.