Por Lucas Rodríguez
1 December, 2020

Dexter estaba siendo entrenado para trabajar en las calles, pero era demasiado cariñoso para la dureza del trabajo. En lugar de botarlo, decidieron aprovechar su bondad natural.

Dado que estamos acostumbrados a nuestros tiernos perros que tenemos de mascota, nos cuesta pensar que un can pueda dejar de lado su simpatía y bondad naturales, para convertirse en un compañero de los oficiales de policía. Cuesta aceptar que algunos perros puedan al mismo tiempo ser estos tiernos mamíferos, con los que jugaríamos por días enteros, así como los que le dan las claves a quienes lidian con las personas más peligrosas del mundo. 

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Para hacer esta diferencia, es que los perros policiales reciben un entrenamiento especial en las academias de policía. No solo se trata de enseñarles a reconocer las sustancias ilegales que podrían venir ocultas en las maletas de posibles traficantes, sino que también a saber cuándo dejar de lado sus instintos más querendones y amables. 

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Este entrenamiento también tiene el objetivo de hacer una selección entre los perros mejores preparados para este tratamiento. Si alguna vez te has preguntado por qué todos los perros policiales parecen ser de un par de razas, es porque esas son las mejor preparadas para el trabajo. 

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Dentro de ellos, Dexter, un hermoso labrador negro, resultó demasiado juguetón y amable para lo que necesitaba Scotland Yard, la policía de investigaciones inglesa.

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Para desmayo de todos, Dexter estaba a punto de ser desechado de la fuerza: sus cualidades eran extraordinarias, pero no tenían utilidad en ese lugar. Fue uno de los oficiales que tuvo la brillante idea de darle a Dexter la capacidad de servir en lo que mejor sabe: dar cariño y compañía. 

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Así fue como el labrador negro se transformó en el primer “perro de compañía” de la policía de investigaciones inglesa. Teniendo en cuenta que esta fuerza debe lidiar en muchas ocasiones con los casos más terribles y truculentos del país, a veces quedan algo dañados. Un momento de paz y calma, en el que poder conectarse con sus emociones, es clave. 

Ahora Dexter pasa sus tardes persiguiendo pelotas, dando lamidos y dejándose acariciar. Ocupando sus dones, ayuda a los oficiales de policía algo traumatizados, a lidiar con sus emociones. De esta manera, Dexter encontró su llamado y pudo seguir sirviendo a su patria. Su entrenador, Mike Sheater, lo describió así a The Times: 

“Él tiene una muy buena nariz. Es solo que su personalidad no se prestaba mucho para ser un perro de trabajo en las calles. Es demasiado amable con la gente. Lo tuvimos que sacar por ser demasiado amable.”

–Mike Sheater, para The Times

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¿Alguien más huele el comienzo de la próxima película de Disnet?

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