Hogan tuvo que soportar los maltratos de un albergue hasta que fue rescatado por otra organización. Ahí conoció a su nueva dueña, Evelyn Pérez-Benítez, quien le dio una segunda oportunidad.
Millones de perritos callejeros son encontrados día a día sorteando sus vidas en la vía pública, teniendo que esforzarse para conseguir comida, agua, y así poder sobrevivir. Para eso hay refugios y recintos especializados que se dedican a sacarlos de ese estilo de vida.
Sin embargo, hay veces en que estas instituciones no dan abasto para cubrir las necesidades de todos sus animales que se albergan ahí. Eso provoca problemas, y para solucionarlos a veces hay que tomar opciones que son muy dolorosas.

Hogan, una mezlca de pitbull, proveniente de California, Estados Unidos, tuvo que pasar por un momento así: pasó demasiado tiempo sin que nadie lo adoptara y el refugio donde estaba tomó la decisión de sacrificarlo.
Esto llegó hasta los oídos de Ozzie and Friends Rescue, cuyos voluntarios decidieron ir hasta el refugio donde estaba Hogan y salvarlo de esos maltratos que estaba sufriendo.

Según The Dodo, el perrito lloraba todos los días en uno de los rincones de su jaula. Luego de unos días en el nuevo refugio su carácter cambió casi de inmediato y su personalidad comenzó a brillar.
Pasaron 3 años para que Hogan pudiera ser adoptado, ya que la mayoría de las familias lo rechazaron por su edad y porque no encajaba bien con otros animales.

Como no podía quedarse más tiempo en el refugio fue enviado con Evelyn Pérez-Benítez, quien fue designada como su familia temporal. Pero ninguna otra persona quería adoptarlo de forma permanente así que Evelyn se lo quedó. «Me enamoré de él«, aseguró.

Evelyn contó que Hogan no dejaba de darle besos como manera de agradecerle haberlo rescatado. Su objetivo ahora es concientizar a las personas que tienen mascotas para que se deje de discriminar a los perritos que tienen descendencia de pitbull como raza «agresiva«.