“Todo está bien humana, no te preocupes”, pareciera que quiso decirle.
Tater Tot es un perrito súper especial. Alegre y juguetón como él solo. Le encanta jugar con todo lo que encuentre y adora conocer gente nueva, prestándose a sus caricias como si se trataran de sus humanos de toda la vida. Y ha sido así desde que se unió a su familia, convirtiéndose en el que anima los días en casa, con sus travesuras y sus constantes ganas de dar y recibir cariño.
Pero sin duda, junto con lo juguetón y travieso que es, su otra característica más representativa, es que no se hace problemas. Podrá meterse en cualquier conflicto o situación compleja, pero él simulará que está todo bien y que no hay nada de qué preocuparse. Un bribón completo, que sabe aparentar muy bien una supuesta paz, cuando tan solo unos minutos antes había demostrado todo lo revoltoso que puede ser.
“Él tiene una fascinación por todo lo que puede entrar en su boca (…) Cuando se pone feliz o emocionado, necesita algo en la boca como una manta de seguridad. Cuando no podemos encontrar nuestro otro zapato, Tater es el probable culpable. Afortunadamente, él realmente no mastica. No destruye nada (…) Tater es un gran bobo y un amor aún más grande (…) Tiene un súper poder para llevar felicidad a todos los que conoce”
– declaró su humana, Danni Scott a The Dodo.
Y es que este simpático amigo perruno, sí que sabe hacer tonteras que pueden llegar a dar mucha risa. Por sobre todo cuando juega con sus objetos favoritos, que son los zapatos. Ocasionándole uno una situación bastante incómoda.
De hecho, más precisamente se trata de una bota. Que agarró tras se pusiera feliz después de que su mamá humana lo viera, por lo que al sujetar este calzado con su mandíbula, y en medio de esa rapidez de movimiento, su cabeza quedó atrapada dentro de la bota. Pero fiel a su estilo, aparentando que todo estaba bien, fue a donde su humana como si no estuviera en problemas, mientras ella no paraba de reír.
https://www.instagram.com/p/B-fsjY1lYpF/
Finalmente, descubrió que podía sacudirse dicho calzado y acomodárselo de una manera más cómoda. Para luego, seguir con su alegría y juegos, para felicidad de Danni, que no puede estar más contenta teniendo a este tierno y simpático perrito.