La tierna escena fue captada en Kolkata, India, un lugar que lleva varios días bajo lluvias torrenciales. El efectivo de la policía bien los podría haber echado, justificándose en que estaba ocupado haciéndose cargo del tránsito. En cambio, decidió que cuidar de ellos era igual de importante.
Es cierto que los perros tienen una inteligencia y capacidad de adaptación enorme, pero incluso algunos cosas básicas, que parecen ser parte de su vida desde el primer minuto, puede que no las comprendan del todo. Así es por ejemplo con la lluvia: los cachorros entienden que si se mojan durante demasiado rato, se enfriarán y su vida correrá peligro. Pero nunca llegaran al nivel de las personas, que hemos construido casa y desarrollado implementos para protegernos de las inclemencias del tiempo.
Es por esto que parte de nuestras responsabilidades como la especie dominante del planeta, es prestarle un poco de ayuda a nuestros compañeros caninos.
En algunos lugares del planeta, los cambios en el clima pueden ser realmente brutales. En Latinoamérica tenemos ocasionalmente terremotos u olas de calor, pero con poca frecuencia nos encontramos con inundaciones o temporales difíciles de aguantar. No así en India, donde las tormentas de lluvia son algo completamente frecuente, pero no por ello menos peligroso.
El sector de Kolkata lleva días con lluvias torrenciales, las que han causado toda clase de desastres y problemas.
Para ayudar a ordenar las cosas, un policía del sector se paró en una avenida para dirigir el tránsito. Lo que no se esperaba, era que su simple paraguas resultara en un elemento de lo más clave para un par de habitantes de las calles que lo observaban desde los costados.
Dos perritos callejeros, notando que bajo el paraguas el hombre estaba más seco, corrieron a su lado.
Las fotos captaron tanto el momento, como la expresión en el rostro de los cachorros. Demostrando lo asustados y preocupados que estaban por las lluvias, los cachorros encontraron un refugio temporal bajo el cuidado de esa autoridad.
Lo más llamativo del momento, fue que el policía se encontraba llevando a cabo una actividad oficial. De lo más bien podría haber justificado en que estaba ordenando el tránsito para negarse a tomar responsabilidad por los cachorros. Pero él decidió que haría un esfuerzo: ayudar a las personas le resultó tan importante como ayudar a esos perritos.
Es una muestra de que cuando las cosas se ponen difíciles, es cuando las personas sacamos lo mejor de nosotros mismos. Especialmente, es cuando la compasión emana de nuestros poros y nos presta una mano.