“Cashmere es un chico tan bueno. Es un excelente hermano mayor para su hermana”, dijo su nueva dueña, Maya.
Algunos perritos sufren maltratos y abusos que son tan graves que las consecuencias quedan grabadas de por vida en su mente y en su cuerpo. Eso les puede producir un miedo irracional hacia los humanos y también hacia otros canes de su misma especie.
Y su rehabilitación suele ser muy compleja. Ahí es cuando deben estar presentes las redes de apoyo como organizaciones animalistas y también las familias que los adoptan y los acogen en sus hogares.
Así fue como le ocurrió a Cashmere, un perrito pitbull que tuvo que sufrir el abandono de parte de sus antiguos dueños. Pero no fue cualquier abandono. A Cashmere lo dejaron encerrado en un sótano sin comida ni agua.
Cuando los vecinos se dieron cuenta de esta situación llamaron de inmediato a Control Animal, según informó GeoBeats Animals. Ahí los socorristas lo sacaron de ese horrible lugar y lo llevaron con los veterinarios.
El cachorro tenía graves heridas en su cuerpo, además de desnutrición. También un par de mordeduras que nadie sabía cómo se había hecho.
El perrito fue llevado hasta el refugio Humane Rescue Alliance en donde se recuperó. Luego de estar mejor de salud se inició una campaña de adopción en donde hubo varias familias interesadas. Finalmente, fue una mujer llamada Maya quien lo vio y se enamoró automáticamente. “Ese es mi perro“, fue lo que pensó.
Maya fue un pilar fundamental en la vida de Cashmere, ya que le sirvió de apoyo psicológico y emocional. Cada vez que podía, el perrito se acurrucaba a su lado para sentirse más seguro y querido.
“Cashmere es un chico tan bueno. Es un excelente hermano mayor para su hermana“, dijo la mujer, quien además tiene otra perrita llamada Banana. Desde que fue rescatado que se ha mantenido al lado de su dueña dándole besos cada vez que puede. Gracias a eso ha podido calmarse y olvidar cada una de las malas experiencias que vivió en el pasado.