Su dueña la había dejado salir de casa pero la perrita no volvió. Tras llamar a la policía, los oficiales rastrearon la zona y la encontraron dentro de una zanja. Al parecer, no podía salir porque sus patas estaban casi congeladas.
Uno de los miedos más grandes de los dueños de mascotas es que éstas se extravíen y que no aparezcan más. Y es que cuando algún perrito o perrita se pierden es normal que comiencen a aflorar pensamientos fatalistas con respecto a esto.
Sin embargo, muchas veces se sabe de historias que pudieron haber terminado de forma fatal pero que afortunadamente tuvieron un desenlace optimista.

Una de esas historias es la de una perrita de Maine, Estados Unidos, quien desapareció tras dar un paseo cerca de su casa. La dueña del can, una mujer mayor, la había dejado salir por un momento, pero la perrita de 14 años no regresó más a su hogar.
Según información de People, la cuidadora de la perrita esperó toda la noche a que regresara y cuando se dio cuenta que no volvería decidió llamar a la policía para pedir ayuda.

Los oficiales rastrearon por toda la zona hasta que el agente Mark Anderson descubrió a la perrita. Había caído a una zanja y no podía salir sola ya que sus patas estaban casi congeladas. “Había marcas de garras donde había intentado salir de la zanja antes de que su pata se enfriara demasiado“, explicó.
El animal estaba acurrucado al fondo de la zanja y parecía que ya se había dado por vencido, hasta que sintió al oficial. “Estaba levantando la pata y gimiendo fuertemente cuando el agente Anderson se le acercó“, escribieron desde la institución en Facebook.

La perrita fue sacada de la zanja y arropada con una manta. Además fue trasladada hasta un centro veterinario para ser examinada. “Se usó un calentador portátil para ayudarla a calentarse. Le prepararon un plato de comida y una vez que se calentó y dejó de temblar, se comió el plato limpio“, se agregó en el comunicado.