Cuando el oficial Joshua Weskampf atendió una llamada por abuso animal, nunca esperó que terminaría adoptando al perrito maltratado. “Leo” ahora tiene un dueño que lo adora y lo defenderá ante cualquier amenaza.
Ser policía no es fácil. Largos turnos, situaciones de riesgo, escenas terribles que a veces no se pueden borrar de la memoria, el trabajo de los oficiales de la ley puede ser muy demandante y traumático para cualquiera.
Pero así como los policías son testigos de lo peor que la humanidad tiene que ofrecer, su trabajo también les permite apreciar lo mejor de las personas, ayudar a quienes más lo necesitan e incluso conseguir amigos para toda la vida.
Un buen ejemplo de esto es el caso del oficial de policía Joshua Weskamp, de Fresno, California (Estados Unidos), quien atendió una llamada por abuso animal y terminó adoptando una bella mascota que lo acompañará para siempre.
Cuando llegó a la escena, el oficial Weskamp estaba muy perturbado por la vista. Un hombre sin hogar estaba golpeando severamente al dulce cachorro que tenía en su poder. Estaba estrangulando al pobre animal y lo lanzó al aire hacia un camión de basura estacionado, reportó el sitio web We Love Animals.
Consciente de que el perro podría sufrir lesiones graves y morir, Weskamp se apresuró a tomarlo de las manos de su dueño y alertó a la Sociedad Protectora de Animales de California (SPCA por sus siglas en inglés) para que interviniera y le diera un refugio al pobre animal mientras él arrestaba al dueño y comenzaba una investigación de crueldad animal y abuso animal contra él.
El rescate de la mezcla labrador-pit-bull de cinco meses de edad afectó profundamente al oficial. No podía dejar de pensar en el abuso que el dulce perro tuvo que sufrir bajo el cuidado de su cruel dueño y estaba interesado en conocer el progreso y la recuperación del animal, que a su corta edad ya había visto lo peor que la humanidad tenía para ofrecer.
Después de que el propietario recibió el castigo que merecía, Weskamp mostró interés en adoptar al cachorro.
Sabía que la vida en el refugio sería difícil para él, ya que era demasiado joven y tuvo un comienzo difícil en la vida. Pero las cosas en torno a la adopción no salieron tan bien como planeó este oficial.
A Weskamp le dijeron que el pequeño sirvió como evidencia en el caso de su abuso, por lo que tuvo que esperar un par de meses antes de convertirse en el nuevo padre legal del perro. Lejos de perder el interés, el Joshua esperó pacientemente el día en que pudiera tener a su nuevo mejor amigo con él.
Después de mucho tiempo y aún más papeleo, Joshua y Leo pudieron reunirse y ahora pasan todo el día juntos. Estos amigos se conocieron en una circunstancia terribles pero lograron superar las adversidades y encontrarse uno al otro.
Ser policía no es fácil, pero a veces el trabajo tiene bellas recompensas, tal y como lo es encontrar a un amigo de por vida. El caso de Joshua Weskamp y Leo lo demuestra.