Blue no entendía qué había hecho mal. Después de todo, había hecho todo lo posible por volver a su hogar.
Nadie sabe bien como Blue llegó del estado de Florida a Michigan. El pequeño pit bull llegó a la Humane Society de Midland County en Michigan central en marzo. Fue recogida en la calle y llevada por voluntarios a un veterinario para averiguar si tenía un chip y poder identificar a su dueño/a.
Llamaron al número y una mujer en Florida contestó y les dijo que hace una semana que la buscaba. No tenía idea de que Blue había cruzado el país pero la quería de regreso. En el refugio estaban muy emocionados por reunir a Blue con su dueña, y preguntaron a través de redes sociales si alguien podía llevarla hasta su casa. Incluso medios locales compartieron el anuncio.
“Recibimos muchos mensajes de gente ofreciéndose a llevarla. Fue increíble”, dijo Logan Smith, técnico veterinario del refugio.
Stephanie James fue finalmente quien se llevó a Blue. “Ella debía ir a casa, yo amo Florida y conducir así que pensé ¿por qué no?”. James se tomó vacaciones, buscó a su hermano y se fueron juntos de viaje con Blue.
“Ni la conocí hasta que la fui a buscar ese día al refugio. Durante todo el viaje sólo se apoyaba en mí”.
2 mil kilómetros más tarde, llegaron a Florida pero antes pasaron a comer y Blue tuvo la oportunidad de nadar en el océano junto al hotel donde James se quedó con su hermano.
Una vez que llegaron a la casa de la dueña de Blue, la mamá de esta los invitó adentro. Blue reconoció su casa y corrió de arriba a abajo, se lanzaba al suelo, estaba feliz. Una hora después su dueña llegó preguntándose cómo diablos había llegado hasta Michigan.
Dijeron que creían que alguien se la robó y luego le dieron una terrible noticia a James: la dueña de Blue pensaba que ella estaría mejor en Michigan.
“Me dijo que va a la escuela todo el día y trabaja y no puede cuidarla. Que parecíamos buenas personas y le caíamos bien a Blue. Yo sólo pensaba que podrían haberme dicho eso antes”, dijo James. “Me rompió el corazón ver cómo Blue miraba hacia atrás sin entender nada”.
James se contactó con la Humane Society y les contó lo ocurrido. Les dijo que le encantaría adoptarla pero en su casa ya tenía varios perros más. Compartieron en redes sociales la situación de Blue y no tardó en aparecer alguien que la quería.
Un hombre, Robert Allison, fue el elegido. “Hace tiempo buscaba adoptar otro perro. Seis meses atrás tuve que sacrificar a mi pit bull. Mi prima me llamó y me preguntó si sabía sobre este perro y le dije que no. Le dije a mi jefe que saldría un rato más en mi hora de almuerzo y fui a rellenar la aplicación”.
Allison llegó y Blue estaba muy emocionada, de inmediato sintió una conexión a él.
James incluso visitó a Blue una semana después, y se acordaba perfectamente de ella. Está feliz de que Blue encontró un hogar, después de todo lo que pasó. “Honestamente, lo haría de nuevo”.