“Supongo que estaba en shock, ya que ni siquiera le importó cuando fui a buscarlo al río. Quizás no estaba en shock y sabía que lo estaba ayudando y simplemente estaba contento”, dijo la chica que lo rescató.
La joven Sandy Rosenblatt disfrutaba de una relajante caminata por la naturaleza, en medio de un parque en Maryland (Washington, Estados Unidos), cuando algo en el agua llamó su atención. Se trataba de una pequeña ave, que a simple vista disfrutaba del agua.
Apenas unos segundos después Sandy pudo notar que algo andaba mal: Estaba sentado, con evidente tristeza y muy poco movimiento.
Como resignado y sin esperanzas, con la mirada perdida en el agua, el pequeño búho necesitaba ayuda. Sandy decidió echarle una mano y salvar su vida.
La joven fotografió al animal y meditó un buen rato qué hacer. Al parecer había caído desde su nido, pero tampoco había evidencia de aquello. No era fácil ayudarlo, las lechuzas no son animales domésticos y cualquier cosa que hiciera podía resultar mal.
“Observé por un momento más o menos. No quiso agitarse, aletear o luchar. Estaba simplemente sentado. Comprendí que esto no era normal y debió estar atascado y posiblemente en estado de shock “.
–comentó Sandy al medio The Dodo–
“Comenzó a animarse y animarse bastante y comenzó a hacer ruidos de ‘pip pip. Comenzó a observar y seguir a los insectos que pasaban volando”.
–comentó Rosenblatt al medio The Dodo–