“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta casa es de Dios”, dijo el padre João Paulo Araujo, religioso de la Diócesis de Caruaru, en Pernambuco, Brasil.
Hacer el bien es también ayudar a los animales, no solo a las personas. Aquellos que se dedican a ofrecerle una mano amiga a los peludos saben que esta labor es bastante dura pero necesaria, porque son más los que prefieren ignorar el problema y seguir de largo. Hay que tomarse un momento para entender lo que están viviendo estos seres y buscar la forma de apoyar.
Eso lo entiende el padre João Paulo Araujo, religioso de la Diócesis de Caruaru, en Pernambuco, Brasil, quien se ha vuelto conocido por su sensibilidad hacia los animales y en especial por los perros callejeros, a quienes acoge habitualmente en su iglesia.

De hecho, se le puede ver oficiando misas acompañado de los peludos rescatados, los cuales han encontrado un nuevo hogar en el templo cristiano que dirige Araujo. Gracias a su trabajo por varios años se han salvado decenas de perritos, además de que le ha hablado a los fieles sobre la importancia de ayudar a los animales desprotegidos, así como incentiva a la adopción.
“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta casa es de Dios y ellos son de Dios“, dijo Araujo, según reseñó el medio Animalizar.
“Esta idea comienza porque un grupo de personas llegaron a la iglesia a vender galletas para hacer obras de caridad a favor de los animales de la zona, pero yo les propuse recoger a los perritos adoptarlos y permitirles estar en la iglesia”, agregó.

Se ha podido ver que en sus misas él ofrece a los caninos para que algún creyente lo lleve a casa y le de una nueva oportunidad. Aunque algunos no han estado de acuerdo con sus prácticas, porque supuestamente pondría a los animales por encima de las personas, él respondió que todos merecen un trato digno y amoroso.
“Quizás pienses: la Palabra de dios dice amar a las personas y no a los animales. ¡Qué falta de fe! Cuando amo, rescato, protejo a un animal, estoy amando, protegiendo y rescatando a la humanidad. Y Mateo 25 muestra que seremos juzgados exactamente por el amor. ¡Ama a todos, incluida la naturaleza y los animales, y no temas que las puertas del cielo se te abran!”, expresó.
