Sam Heaton relató que se sintió decepcionada porque no se esperaba tal situación. “No pensé que habría algún problema, tomé la manija de la puerta trasera y estaba cerrada. Me acerqué a la ventana del pasajero delantero que estaba abierta un par de pulgadas y la persona dentro dijo ‘sin perros'”, dijo.
Algo que se debe tomar con mayor seriedad en la sociedad es la integración de personas con distintas condiciones que los hagan diferentes o tener limitantes al resto. Ser un mundo más inclusivo es responsabilidad de todos, pero algunos aún optan por no ser sensible a los otros.
Quienes tienen alguna discapacidad saben lo importante que es tener como meta la creación de una sociedad más inclusiva. Eso lo sabe ahora más que nunca Sam Heaton, una mujer con limitación visual quien necesita de su perra guía para trasladarse, pero fue precisamente por la presencia del canino que un taxista la dejó varada en la calle.
Heaton, quien trabaja en la organización benéfica local dedicada a la pérdida de la vista, Outlookers, había pedido un taxi a alrededor de 8:25 de la mañana, luego de haber perdido el autobús. Sin embargo, cuando el conductor llegó hasta donde estaba ella, no la dejó subir y se marchó, porque estaba acompañada de Annie, su canina guía.
Por fortuna, un transeúnte que presenció la escena se ofreció a llevarla con su perrita hasta la oficina en Batley, Inglaterra. No obstante, Heaton está disgustada por el rechazó que recibió del taxista.
“Fui a Boothroyd Lane para tomar el autobús, que suele ser un servicio cada hora, pero no apareció. Tenía que llegar a tiempo a la oficina ese día porque teníamos un curso de capacitación, así que llamé a un taxi. Hice arreglos para que me recogieran en la entrada de Boothroyd Lane de Crow Nest Park porque hay espacio para que el taxi se detenga y nos recoja de manera segura”, relató Heaton a Dewsbury Reporter.
“Estoy registrada como ciega pero tengo una visión muy limitada, así que pude ver la forma rectangular en el costado de la cabina (del taxi). No pensé que habría algún problema, tomé la manija de la puerta trasera y estaba cerrada. Me acerqué a la ventana del pasajero delantero que estaba abierta un par de pulgadas y dije ‘taxi para el Whitfield Centre’, a lo que la persona dentro dijo ‘sin perros'”, agregó.
Aunque Heaton trató de aclarar la situación, que tenía una discapacidad y que se trataba de un can entrenado para ayudarla, el conductor no tomó nada en cuenta y se marchó.”Le expliqué que ella era mi perra guía y que legalmente están obligados a llevarnos, a lo que luego recibí una respuesta de ‘nada de perros'”, detalló.
Le pidió que hablara con el encargado de la línea de taxis, pero el conductor lo dijo “hazlo tú” y se fue. “Ahí fue donde intervino la encantadora dama, Michelle, porque vio que todo sucedió mientras estaba en el parque con su padre y su perro. Vio que el taxi se alejaba y se acercó directamente y dijo: ‘¿Puedo llevarte?’, lo cual fue muy amable de su parte. En ese momento ella ni siquiera sabía a dónde iba ni nada”, contó.
Heaton está agradecida con Michelle por salvarla en ese momento. No obstante, espera que su caso sirva como ejemplo de lo que no debe ocurrir y los distintos servicios públicos, como el transporte, permitan a las personas con discapacidad viajar con sus perros guía.