Motery habría escapado de un matadero de perros en Bali (Indonesia) y quedó sola frente al mundo, con su hocico atado y las patas encadenadas. Por fortuna, el destino le tendió una necesaria mano.
En marzo pasado, un grupo de veterinarios encontró a la pequeña Motery en medio de un pastizal en Bali (Indonesia) y no pudieron creer lo que estaban viendo.

La perrita tenía el hocico completamente atado con cinta de embalaje, no podía abrir su boca y estaba totalmente desnutrida. Por otra parte, una estrecha cadena ataba sus patas traseras y apenas podía moverse.
La pequeña fue atendida de inmediato por sus rescatistas y por los veterinarios, quienes de inmediato supieron la causa de estos graves maltratos.

Todo indica que Motery estaba confinada en un matadero de carne de perro, donde tienen a los animales en horribles condiciones de higiene y de vida. Estos perros son sacrificados y su carne es vendida a restaurantes.
La perrita habría huido de alguna manera y se vio sola, sin alimento y con movilidad reducida en medio de lo desconocido. Afortunadamente pudo encontrarse con estos salvadores y su vida dio un giro en 180 grados.

Ya con su hocico libre y unos cuantos kilos de más, Motery es literalmente otra perrita. Si bien quedó con algunas secuelas de su maltrato, su carácter floreció y ahora tiene plena confianza en los seres humanos.

Su recuperación ha asombrado a los veterinarios y personal de la protectora que la estuvo cuidando.
*Video con textos en inglés
Ahora, la pequeña está en su hogar definitivo, y su hocico cercenado por la cinta ya está volviendo a ser normal. Pero lo más valioso de todo es que su futuro estará libre de maltratos y daños por parte de gente insensible.