«Nadie respondía las publicaciones sobre él. Eventualmente, todos lo olvidaron», comentaron, pero en cuanto lograron encontrarle un cálido hogar temporal, todo cambió: «Estaba tan feliz. Se puso un poco hiperactivo, pero es joven y tan dulce».
Oscar es un perrito de dos años mezcla de bulldog que prácticamente toda su vida esperó tener una cariñosa familia que cuidara de él. Sin embargo, las cosas para él no fueron tan fáciles y desde pequeño sufrió bastante.
Todo comenzó cuando tenía poco menos de un año y sus dueños lo entregaron a la organización de rescate Miami-Dade Animal Services (MDAS), donde hicieron de todo por mejorar su salud y ánimo. El can tenía una herida infectada en su cuello, así que lo trataron y posteriormente bañaron porque tenía mucha suciedad pegada por vivir siempre afuera.
Cuando ya estuvo listo, lo instalaron en su propio canil e ingresó a la lista de perritos disponibles para ser adoptados. Pese al esfuerzo de los trabajadores, nadie se interesó por Oscar y a medida que pasaba el tiempo, él iba comprendiendo lo que ocurría… parecía que nadie lo quería y su triste cara lo reflejaba.
«Nadie respondía las publicaciones sobre él. Eventualmente, todos lo olvidaron», manifestaron a The Dodo. Así pasó un año y debido a que MDAS alcanzó su capacidad máxima, tuvieron que dejar ir a Oscar. Ahí es donde entró Humans and Animals United a ayudar.
«Tuvimos que idear un plan literalmente de inmediato. No alojamos a nuestros perros, buscamos acogidas. Así que, literalmente, trabajamos todo el día y la noche para encontrar una solución para él hasta que encontramos un hogar de acogida», indicó Rosa Fond, fundadora y presidenta de la organización.
El triste perrito no sabía a dónde iba, pero en cuanto vio que estaba por fin en un hogar con personas que lo adoraban, su rostro cambió enseguida. No podía dejar de sonreír. «Estaba tan feliz. Se puso un poco hiperactivo, pero es joven y tan dulce», aseguró Fond.
Debido a que Oscar está en un hogar temporal, siguen buscándole una familia definitiva. «Se merece un buen hogar. Alguien que le dará mucho amor y lo ayudará a superar el trauma por el que ha pasado. Alguien que le dará mucho amor y tiempo para que comprenda que está a salvo», finalizó Fond.