Él los hace sentir a salvo.
Su nombre es Charlie y ahora tiene un hogar permanente donde es muy querido, pero no siempre fue así. Fue abandonado en un refugio de Denver, Colorado (Estados Unidos) por su primera familia, debido a que nadie contaba con tiempo para dedicarle al perro y esto era evidente, pues se encontraba en estado de sobrepeso.
Tal era la magnitud de su obesidad que después de una caminata en compañía del personal del refugio, Charlie se sintió tan fatigado que las personas a cargo de él pensaron que estaba convulsionando.
Con esta advertencia sobre su salud, Charlie fue adoptado por Alaina Bupp y su esposo.
Por fortuna, con la ayuda de una dieta adecuada y algo de ejercicio, la salud del perro mejoró notablemente y nunca más se presentó un episodio similar al de la supuesta convulsión.
Después de que la pareja decidiera que quería vivir para siempre en compañía de Charlie, ambos pensaron que era una buena idea que su casa sirviera como hogar de paso para otras mascotas provenientes de refugios.
Fue así como el gran don de Charlie fue descubierto.
El primer habitante temporal fue un pequeño chihuahua, tan desnutrido que siempre sentía frío, excepto cuando su gran anfitrión canino lo acogía para darle un poco de calor perruno.
Después llegaron más perros, en situaciones similares a las del primer chihuahua, que encontraron la calma que necesitaban en los cálidos abrazos de Charlie.
Durante los últimos tres años, su rol ha sido fundamental para darle un hogar temporal a 13 perros que han dejado atrás los nervios y la ansiedad que les causó su paso por el refugio.
¡Todos se merecen un gran abrazo de perro!