Por Valentina Miranda
28 October, 2021

Patricia Prates notó las heridas de Tijolinho cuando bebió el agua que le dejó afuera de su casa en Brasil. Lo acogió en ese momento y decidió integrarlo en su familia, ahora está bien y feliz.

La bondad de algunas personas puede hacer grandes milagros. Con sencillos gestos, la vida de un perro sin casa tiene la posibilidad de dar un enrome giro positivo.

Personas como Patricia Prates, una mujer de Aracruz (Brasil) son las que marcan la diferencia por el amor a los más desafortunados. Ella tiene la costumbre de dejar un recipiente con agua en las afueras de su casa para que los perros callejeros beban, ya que es muy seguro que no lo hacen. Al menos no todos los días.

Un acto de solidaridad admirable y digno de imitar. Dentro de los animales que frecuentaban su hogar para hidratarse, estaba Tijolinho, un pequeño mestizo que se ganó el cariño de Patricia.

Patricia Prates / Razões Para Acreditar

Un día la mujer vio terribles señales de maltrato en el perrito mientras tomaba agua en el plato. Cuando lo hizo, notó que salía sangre de su cuerpo que se terminó mezclando con el líquido.

Resulta que Tijolinho fue golpeado por unos crueles delincuentes en la calle. Patricia se preocupó mucho por él, no podía dejarlo así como si nada, así que le abrió las puertas de su casa para bañarlo, tratar sus heridas y entregarle un sitio para que duerma y se recupere, según Razões Para Acreditar.

Si bien el can pasó por una vida muy dura, tuvo mucha suerte en dar con la persona correcta cuando pidió ayuda. Su vida había sido salvada.

Patricia Prates / Razões Para Acreditar

Al poco tiempo lo llevó con un veterinario para que le hiciera los exámenes correspondientes y dieran medicinas. El perrito no tardó en sanarse, ya se encontraba en mejor estado y tampoco tomó mucho tiempo para que una nueva familia lo acogiera: la misma Patricia decidió quedarse con él.

Ella dio la feliz noticia en su cuenta de Facebook. “Este es Tijolinho. Vivió en la calle, seguramente abandonado. Un día, todo herido vino a mi puerta en busca de ayuda, sucio con barro y sangre. Lo envolvimos en una sábana y lo llevamos al veterinario. Lo Cuidamos, tratamos y hoy también es parte de la familia”, escribió en su publicación.

“¿Volver a la calle? Solo si va a pasear. Agradecemos a Dios por abrir la puerta en ese momento”, comentó en el mismo post.

Patricia Prates

Tijolinho ya no volverá a deambular por las calles a su suerte.

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