Mmmmm, no es una mala idea…
El verano pasado tuve la suerte de meterme al mar de una de las playas sudamericanas más reconocidas del mundo. A lo lejos, era un paraíso, tal como la mostraban en los folletos turísticos. Todo parecía perfecto, hasta que de pronto te encuentras con un montón de basura flotando en tus pies, algo que está pasando en todos las playas del mundo: los océanos se están convirtiendo en un auténtico vertedero. ¿Qué hacer? Eliminar toda esa basura parece un trabajo de años y siendo justo, sin educación la raza humana no dejará de contaminar los océanos. Sin embargo, y ¿si usamos esa basura para hacer algo útil?

Para hablar de toda la basura que encontramos en los océanos, nos es necesario referirnos a la presencia de la gran parche de basura del Pacífico: un torbellino gigantesco de plástico y otros desechos marinos que podrían ser hasta dos veces el tamaño de la parte continental de Estados Unidos. Y si mencionamos que el plástico tarda unos 450 años en degradarse completamente, entonces estamos frente al océano más sucio de todos los tiempos, ya que este parche no va a desaparecer pronto.

La prioridad debe ser limpiar este desastre, pero a falta de que ocurra eso en tiempos cercanos, hay otras cosas que la ciencia ha sugerido y que bien podría ayudar….
Según la revista Advances Ciencia , una empresa conjunta entre Estados Unidos y China ha declarado que existe una forma en la que este tipo de plástico se puede convertir en una fuente de combustible.

Combustible, ¿cómo?
Fácil, los plásticos son combinaciones de átomos de hidrógeno, carbono y oxígeno dispuestas en largas cadenas, y están hechos de combustibles fósiles , por lo que es lógico que se pueden convertir en un tipo de combustible fósil.
Los autores de este estudio ha hecho énfasis en polietileno (PE), una molécula de cadena simple que es también uno de los tipos más comunes de plástico en el mundo
“PE es el plástico más grande por volumen en el mundo, con una producción anual superior a los 100 millones de toneladas métricas”
-Xiangqing Jia, investigador de la Academia China de Ciencias-
Ahora bien, hay que señalar que PE toma un tiempo muy largo en degradar y requiere de rigurosos procesos químicos para que se convierte de nuevo en un combustible. Con solo calentarlo no funciona, ya que las cadenas de la molécula (o “polímeros”) se descomponen caóticamente en muchas variantes más pequeños, las cuales tienen sus propias propiedades.

Conscientes de ello, el equipo de expertos decidió a los catalizadores, productos químicos que aceleran los procesos de reacción
Lo que buscan los científicos es transformar el polietileno original – que en este caso incluyó una bolsa plástica, una botella, y un empaque de comida – en combustible. Para eso es necesario cambiar la cantidad de hidrógenos y carbonos en un polímero de hidrocarbono y así transformarlo en un químico completamente diferente, y esto es precisamente lo que el equipo quería lograr sin usar mucho calor, y por lo tanto energía.
Cambiar la velocidad de la reacción, o el grado de fragmentación catalítica inicial, le permitió al equipo elegir si quieren un combustible líquido, o como alternativa, un tipo de cera.

Este proceso parece producir combustibles relativamente limpios y de baja contaminación, en comparación a otros combustibles fósiles. Sin invertir energía en excavar, también es algo bueno, medio ambientalmente hablando.
En resumen, reciclar plástico para que sea usado como combustible es una buena idea, pero realmente, deberíamos enfocarnos en fuentes de energía que son libre de carbono, como las renovables, y la nuclear. Aunque claro, en primer lugar deberíamos dejar de desperdiciar y tirar tanto plástico a nuestros océanos, ¿no creen?